Dallas, Texas. Por Luis Lara. Catalina Currea es una artista colombiana proveniente de la ciudad de Bogotá, Colombia que está transformando áreas marginadas, peligrosas, en lugares coloridos que embellecen sus alrededores y a su vez atraen habitantes tanto de la comunidad local como de sus alrededores en términos de apreciar el arte del mural.
En el año 2016 se mudó a Texas, marcando el inicio de su carrera profesional como artista exhibiendo su trabajo en estudios como Impulse Art Gallery, Talento Bilingüe Houston, Las Américas Art Museum, Aurora Studios y Hardy Nancy Studios.
En 2019 decidió mudarse a Dallas y comenzar su carrera como muralista. Allí, comenzó a crear coloridos murales para iglesias, restaurantes, viviendas residenciales y murales para la comunidad.
Durante los últimos tres años, Catalina ha sido artista de tiempo completo y se especializa en murales de gran escala. También crea pinturas en su estudio, que luego serán exhibidas en exposiciones de arte locales y algunas galerías.
Recientemente, Catalina ha demostrado su versatilidad al trabajar con una variedad de negocios comerciales y de franquicias de restaurantes como Norma’s Café TX, Curry Pizza House, Sweetgreen y Daddy’s Chicken; ha aportado su estilo único a cada espacio, enriqueciéndolos con su creatividad.
Su trabajo actual refleja experiencias de sus viajes a parques nacionales y otras reservas naturales y a menudo captura estos momentos en retratos únicos. Su misión es aportar más belleza y felicidad en la comunidad a través de sus colores vibrantes en sus murales, unas pinturas cautivadoras y talleres sociales, transformando cada espacio en alegría e inspiración.
Uno de los proyectos más importantes de la artista son los murales en el área de Cedars, en South Dallas, como lo es la estación de gasolina 76 que atrae la atención de los habitantes del sector no solo por su servicio comercial sino por el impacto visual que este genera, ya que la pieza de arte consiste de un estilo geométrico y abstracto de franjas de colores. Esta pieza de arte permite que habitantes del sector se reúnan y compartan como comunidad, incrementando el civismo y reduciendo índices de criminalidad en el sector, de acuerdo a testimonio de los propietarios del sector de Cedars Village Market y clientes de la gasolinera 76.
Otro de sus murales en el área de Cedar consiste de un camión antiguo transportando vegetales coloridos, representando los negocios locales, como por ejemplo el expendio de frutas y verduras del señor Carlos Vitela, Charlie’s Prudece que son muy característicos del sector. Como el título del mural lo menciona, “Tradición”, la imagen evoca la manera en que se transportaban mediante camiones antiguos estos alimentos y cómo ese tipo de negocio ha sido heredado a través de diferentes generaciones. A su vez, como era de esperarse, esta obra ha disminuido el vandalismo en el sector, como el mismo dueño de la bodega donde se hizo el mural lo menciona: “desde que se realizó el mural, han aumentado el número de transeúntes como consecuencia del embellecimiento de la calle, también se han visto personas tomándose fotos frente a la obra artística”.
Lo que la artista visual (Catalina Currea) está aportando a la comunidad no solo en términos artísticos, sino sociales, es un reflejo de la influencia de los artistas inmigrantes en el área de Dallas-/Fort Worth, tanto en áreas comerciales, como en áreas urbanas marginadas. Las influencias de estos murales generan un impacto social al reunir habitantes del sector en ambientes artísticos llenos de vida y color, que, a través de un estilo de colores vibrantes y llamativos, reflejan el estilo propio de esta colombiana, que se inspira en los paisajes naturales y coloridos de su natal Colombia.
Su historia es un ejemplo de superación ya que ha logrado sobrellevar muchos obstáculos que, como mujer inmigrante, ha logrado afrontar en el camino, tales como el idioma, ser mujer, ser inmigrantes, no contar con familia aquí, no conocer personas en el gremio de los muralistas al inicio de su carrera, entre otros. poco a poco ha logrado abrirse camino en la industria del arte y aportar con su talento. En la comunidad busca inspirar a todos los jóvenes que tienen el sueño de ganarse la vida con el arte a ser persistentes y seguir sus sueños, ya que a pesar de los obstáculos que puedan encontrar como inmigrantes, mujeres u hombres, la recompensa de hacer lo que les apasionado vale la pena, “hacer lo que me apasiona no es un trabajo para mí” concluyó la artista.
