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Vacunas contra el cáncer y cardiopatía estarán listas en 2030

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Personal médico debidamente protegido vacuna a una paciente.
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Abogada Margaret Donelly

La tecnología del ARN mensajero (ARNm) ha sido fundamental en el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19, pero su potencial va mucho más allá de esta pandemia. Según los expertos, las vacunas de ARNm podrían ser la clave para combatir otras enfermedades, como el cáncer, las enfermedades cardíacas y las autoinmunitarias.

El oncólogo inmunoterapéutico, Dr. Kevin L. Scher, explicó que “las vacunas de ARNm podrían modificar las células del cuerpo para que produzcan proteínas específicas involucradas en la reparación del corazón y su función, dirigirse a las proteínas que causan altos niveles de colesterol en la sangre y aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y tratar enfermedades autoinmunitarias, como la esclerosis múltiple”.

Respecto al cáncer, aunque el ARNm es una tecnología relativamente nueva en este campo, la investigación sobre las vacunas contra el cáncer de ARNm ya está en marcha. Los científicos han demostrado que pueden instruir a las células para producir los antígenos de la superficie de las células cancerosas y alertar al sistema inmunitario sobre estas células, desencadenando un ataque.

Para vacunar a alguien contra el cáncer, los médicos tomarían una biopsia del tumor de la persona para identificar el antígeno en las células cancerosas y codificar la vacuna de ARNm para activar las células para producir el mismo antígeno. Esta vacuna se administraría al paciente, provocando que sus células produzcan el antígeno y desencadenando una respuesta inmune contra él.

Aunque se espera que los ensayos clínicos para las vacunas contra el cáncer de ARNm muestren resultados en los próximos meses, ya hay una vacuna contra el cáncer en desarrollo. La vacuna contra el cáncer de Moderna, a la que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. le otorgó el estado de “terapia innovadora” en febrero, se administraría junto con un fármaco de inmunoterapia fabricado por Merck para tratar a los pacientes que se están recuperando de un melanoma avanzado y que corren mayor riesgo de que los tumores regresen.

Además de las vacunas contra la COVID-19 y el cáncer, Pfizer y Moderna también están desarrollando inyecciones contra otras enfermedades, como la gripe y el herpes zóster. En un estudio, la vacuna contra el RSV de Moderna fue 83% efectiva en la prevención de al menos dos síntomas, como tos y fiebre, en adultos de 60 años o más.

A pesar de los beneficios potenciales de las vacunas de ARNm, también hay desafíos por delante. Cada vacuna se tendría que modificar para cada paciente, lo que sería costoso, y la tecnología es aún nueva, por lo que se necesitan más estudios para determinar su eficacia y seguridad a largo plazo.

En cualquier caso, la tecnología del ARNm se ha convertido en una herramienta valiosa en la lucha contra la COVID-19 y su potencial para tratar otras enfermedades es motivo de esperanza para el futuro

Quiropráctico Dr Peralta